GRACIAS, MADRE AMADA
Abraza mi alma madre mía,
baja a mí desde los cielos,
quiero que bajes un solo un
momento,
de tu celeste aposento.
¡Ven!, quiero decirte
lo que no he podido decir
ese aciago agosto
que con tus lienzos partiste:
Quiero decirte madre amada:
que te quiero más que a nada,
que todos los días agradezco a Dios
el haberme hecho tu hija.
Gracias por tus consejos
terrenos madre, gracias por tu dedicación hacia mí desde niña:
gracias por tus enseñarme a tejer,
cocinar, lavar, limpiar, y conducirme por la vida.
Gracias por darme estudios,
gracias por corregirme cuando lo
necesitaba.
Gracias por perdonar mis arranques
juveniles,
por estar siempre conmigo, por ser
mi consejera, amiga y cómplice.
¡Oh madre, el velo del cielo yo
rasgara!
Con verte solo un momento me
contentara.
Tus bellos cabellos yo besara,
y con mil diademas de oro te
coronara,
¡Gracias por todo lo que hiciste
por mí madre amada!
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
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